jueves, 10 de mayo de 2007

Una historia de amor 2

Después de recorrer la salina en grupo, un par de gaviotas se despistan y buscan artemias e intimidad en pareja. Sus ojos están fijos en el agua, donde nadan los crustáceos, como gambas ocultas bajo las luces oscilantes de sus propios reflejos blancos. Pero poco a poco, casi por casualidad, se rozan sus picos y se unen sus cabezas. Parece que justamente les interese la misma artemia o el mismo reflejo. No es más que una manifestación del amor en la población de la isla desierta que constituye nuestro capítulo 2.

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